La visión que de ser humano tiene la Universidad
Politécnica Salesiana (UPS) está condensada, de alguna manera, en su Carta
de Navegación, sobre todo, en la parte de la Identidad, la Misión
y la Visión,
así que paso a dar un vistazo al hombre que se nos asoma a través de aquellas
ventanas de la casa.
1.1. Visión de
hombre en la <<Identidad>>
En primera instancia, en los postulados de las Instituciones Salesianas
de Educación Superior (IUS) con claridad meridiana se dice que la Universidad “es una institución de Educación Superior de
inspiración cristiana, con carácter católico e índole salesiana.”[1]
Seguidamente, se explica que la inspiración
cristiana “supone una visión del mundo y de la persona enraizada y en sintonía
con el Evangelio de Cristo, y una comunidad académica que comparte y promueve esta visión”[2]. En este texto, son concluyentes,
concretamente dos cosas:
- la relación vital mundo-hombre cuanto proyecto salvífico de Dios y,
- una comunidad que está de acuerdo con esta visión y, que desde su
plural co-responsabilidad la vive y la testimonia, por eso, es coherente el que
se sostenga que una de sus principales características de la Universidad
Politécnica Salesiana cuanto Católica, constituye “el esfuerzo institucional al
servicio del pueblo de Dios y de la familia humana en su itinerario hacia aquel
objetivo trascendente que da sentido a la vida”[3]
del hombre cuanto individuo y cuando comunidad humana.
Hablar de un objetivo trascendente sólo es posible cuando se comprende al
ser humano como un ser de trascendencia, es decir de un ser-pro-yecto, de un
ser-inacabado, de un ser que se encuentra en un constante devenir-se. Esta visión trascendente del hombre es
defendida, sobre todo, en las filosofías personalistas, humanistas y cristiana.
La UPS, abiertamente, comprende al ser humano como un ser de trascendencia
y dialógico, un ser que se realiza en la relaciones plurales con el otro (me refiero al ser humano), con lo otro (me refiero al mundo y a lo
infra-humano) y, al Otro (me refiero
a Dios o a los Dioses). La Politécnica
Salesiana comprende a un ser humano, por su naturaleza, trascendente y
relacional, capaz de establecer caminos de diálogo y encuentro entre Fe y Razón, que en otras palabras viene a ser
entre Religión y Ciencia y en ultimidad entre el Hombre y Dios.
Esta dialógica no se comprende si no es desde una visión humanista y
cristiana tanto del hombre como de las realidades que le circundan a éste. Dicha visión creyente de la realidad y del
ser humano no se encuentra en contradicción u oposición con otras visiones, no,
sino en diálogo franco con la cultura y la ciencia en el más pleno y amplio
sentido de los términos.
En este contexto, sostiene para la Universidad como desafío, el de
“propiciar el diálogo entre Fe-Razón, unificar existencialmente en el trabajo
intelectual, la búsqueda de la verdad y la certeza de conocer la fuente de la
verdad.”[4] Ya me he referido a la dialéctica Fe-Razón,
ahora quiero referirme a la cuestión de la verdad y la fuente de la verdad.
Antropológicamente hablando, la verdad es una cuestión humana, por tanto
evento que revela la hominización del hombre, pero más allá y, en la visión
cristiana, la verdad es reflejo de la única verdad que es Dios, por tanto, de
la verdad humana, su fuente.
En la visión cristiana la verdad es la condición para ser libres, verdad y
libertad constituyen no solamente valores humanos sino también valores del
Reino y, no revelan sino la dignidad la entera creación así como la del sujeto
humano.
Se comprende por Reino, la construcción de un mundo más justo y, en este
contexto, buscar la verdad en términos cristianos, no es sino hacer posible que
Dios se manifieste en el mundo y en las realidades mundanas.
1.2. Visión de
hombre en la <<Misión>>
En segunda instancia, en la <<Misión de la UPS>> se encuentran
otros elementos de la comprensión del ser humano, tales como: un ser-integral, comprometido ética y
políticamente con las realidades cotidianas y, desde ellas y, no sin ellas,
tensando hacia la trascendencia.
El postulado “honrados ciudadanos y buenos cristianos”[5],
no expresa sino la situación concreta del ser humano como un ser dinámico y
comprometido ética y políticamente con el mundo y la transformación de sus
estructuras sociales, económicas y culturales.
Se hace evidente un hombre trascendente que desde la realidad
espacio-temporal tensiona desde su cotidiano existir hacia lo
trans-espacio-temporal.
Aparece así
una visión trascendente del hombre[6],
la misma que permite comprender al hombre, en la praxis, como co-gestor
individual y comunitario de estructuras sociales, políticas y económicas más
humanas y humanizantes.
Desde este contexto, se comprende meridianamente su actuar etho-político
como un compromiso radical a favor de los empobrecidos y excluidos; actuar que
tiene como punto de partida la dignidad del sujeto humano y, con ello, la
crítica y el rechazo racional a las estructuras irracionales, injustas y
antihumanas. Esta praxis es la que desde
América Latina la comprendemos como praxis libradora y, desde Europa, en los
pensadores críticos, la comprenden como praxis emancipadora.
Encontramos, pues, un ser humano solidario, abierto a la “alteridad”[7]
de los diferentes, especialmente de los empobrecidos y excluidos del sistema,
capaz de generar desde su saber, su conocimiento, su profesión y su empresa,
espacios, proyectos y experiencias a favor de la Vida.
Para confrontar lo dicho hasta el momento, ahí la <<Misión de la
UPS>>:
La formación de honrados ciudadanos y buenos cristianos, con excelencia
humana y académica. El desafío de
nuestra propuesta educativa liberadora es formar actores sociales y políticos
con una visión crítica de la realidad, socialmente responsables, con voluntad
transformadora y dirigida de manera preferencial a los pobres.[8]
1.3. Visión de
hombre en la <<Visión>>
En tercera instancia, en la
<<Visión de la UPS>> se reivindica un ser humano transformador de
las estructuras despersonalizantes así como generador de eventos a favor de la
Vida; un hombre que tiene como principio la verdad y como mediaciones
estratégicas la docencia, la investigación y la proyección social. Se revela un ser humano social e
históricamente comprometido con la realización de un <<mundo otro>>
donde todos quepan y en términos de justicia y dignidad.
Puntualmente, en la <<Visión>> se sostiene que, la Universidad:
inspirada en la fe cristiana, aspira constituirse en una institución
educativa de referencia en la búsqueda de la verdad, el desarrollo de la
cultura, de la ciencia y tecnología, mediante la docencia, investigación y
vinculación con la colectividad, por lo que se compromete decididamente en la
construcción de una sociedad democrática, justa, equitativa, solidaria, con
responsabilidad ambiental, participativa y de paz.[9]
La <<Visión>>, deja al
descubierto otros “aspectos”[10]
de lo que se propone como Universidad, así pues, entre muchos otros, se busca
hacer realidad una Universidad:
Ø “donde el educando sea el sujeto fundamental de su
propia educación… donde el estudiante pueda verdaderamente escoger lo que él
quiere ser y no lo que nosotros queremos que sea.”
Ø “donde el aprendizaje permita el desarrollo de los
valores intrínsecos del ser humano.”
Ø “donde el estudiante tenga la posibilidad de
confrontarse consigo mismo. Conocer sus valores y también sus limitaciones.”
Ø “Un espacio donde llegue a apreciar y valorar la
necesidad de la relación con sus semejantes, donde Dios y la Fe no entran en su
vida por el estudio, sino por la experiencia práctica del servicio al hermano.”
Ø “donde se eduque para el Ser y el Saber”; “donde se
llegue al saber en forma crítica, y el conocimiento esté ligado a la
experiencia de vida.”; “donde la educación sea más participativa y
cooperativa.”; “Donde podamos aprender juntos para poder despertar la necesidad
de ser para el otro. La participación y la cooperación tienen que desterrar al
docente que lo sabe todo”.
Ø “donde la preocupación social, la situación real de
nuestro pueblo marginado, prime sobre toda opción y la lleve a buscar nuevos
caminos de justicia y de solidaridad.”
Todos y cada uno de estos aspectos condensan un ser humano diferente en
su plural ser y existir. Así entonces,
aparecen los destinatarios jóvenes y no jóvenes de la propuesta educativa,
los-as educadores-as y, los empobrecidos como el lugar-opción desde donde/hacia
donde se dirigen todos los esfuerzos institucionales.
1.4. Las
antropologías que se encuentran en la UPS
En razón de la dimensión Politécnica de la
Universidad Salesiana y, desde el enfoque antropológico filosófico-teológico
que me ha permitido develar el personalismo
cristiano que se encuentra en su Carta de Navegación, puedo también,
develar y asegurar la presencia
dialógica de otras antropologías que se
encuentran enriqueciendo la visión de ser humano de la Universidad Politécnica Salesiana,
así:
Ø Una antropología contextual que devela al hombre como
<<ser-en-el-mundo>> (Heidegger), comprometido, desde las ciencias y
la técnica con la transformación de las realidades mundanas y en búsqueda de
una sociedad más justa.
Ø Una antropología de la historicidad que descubre al hombre como
<<ser-histórico>>, un ser que se realiza contextualizadamente desde
su libertad y en las plurales relaciones (con el otro, con lo otro y con el
Otro) como un ser biográfico.
Ø Una antropología de la ciencia y de la técnica que le devela al ser humano como
<<ser-creativo>>, un ser llamado a generar ciencia, saberes y
tecnologías, las mismas que, aplicándolas responsablemente en diferentes
circunstancias, le ayudarían a construir mejores escenarios de vida, tanta para
sí mismo como individuo como para los demás cuanto comunidad humana.
Ø Una antropología ético-política que revela al hombre como
<<ser-etho-político>>, un sujeto capaz de sentir-se solidario y de
hacer-se responsable, desde su libertad, con el sufrimiento y las necesidades
de los empobrecidos y excluidos.
Ø Una antropología crítica que descubre al hombre como
<<ser-inquieto>>, estudioso de las realidades que lo circundan; un
ser que inflexionando sobre los problemas sociales, políticos, económicos y
culturales busca respuestas científicas y técnicas a favor de la Vida.
Ø Una antropología de la interculturalidad que le manifiesta al hombre como
<<ser-intercultural>>, un ser capaz de alteridad y diálogo
incluyente con los otros, los diferentes y sus partners.
Ø Una antropología de la neurolingüística que le revela al hombre como
<<ser-inteligente>>, no sólo capaz de leer y comprender los
lenguajes de los otros, sino sobre todo, capaz de construir-se en el
encuentro-dialógico con los diferentes.
Ø Una antropología de la vocación que le devela al hombre como
<<ser-llamado>> a realizarse, haciendo posible la realización de
los otros, especialmente, de los empobrecidos y de los excluidos.
Ø Una antropología de los afectos y de las emociones que le refiere al hombre, en palabras de X. Zubiri,
como “ser-sentiente” esto es, un ser afectivo, emocional y sensitivo, en otras
palabras como un ser capaz de amar y de ser amado.
Ø Una antropología de la trascendencia que le descubre al hombre como
<<ser-trascendente>> o como diría J. Marías, “futurizo”; un ser plus que no busca el sentido de su vida
debajo de sus pies, sino como diría el mismo X. Zubiri, más allá desde la <<aquidad>> en la <<allendidad.>>
En este entramado de visiones de hombre que circulan dialógicamente en
la UPS, el rol del corpus docente no es sino dinamizar un diálogo inteligente,
respetuoso, investigativo y
científico. Al respecto y, para
ampliar la comprensión de las visiones antropológicas que hacen parte de la propuesta
educativa politécnica de la Salesiana invito al lector/a la lectora
revisar un ensayo intitulado: “Supuestos antropológicos que
dinamizarían una relación educativa en la que el sujeto estudiante
verdaderamente constituya el centro en la UPS”[11], de la autoría del Profesor José
Juncosa.
[1]
DIRECCIÓN GENERAL CONGREGACIÓN SALESIANA-ROMA, Identidad de las instituciones salesianas de educación superior,
Roma, 2003, p. 12-13.
[2]
Ibid., p. 12.
[4] Ibid., p.
23.
[5] Ibid., p.
31.
[6] Véase en la Parte II,
el numeral 4.3. sobre la “Visión
integral del hombre”, así como también la nota 10.
[7]
Cf., LEVINAS EMMANUEL, Totalidad e
infinito, Sígueme, Salamanca 2002.
[9] Ibid.
[10] Para tener
una visión completa, véase Ibid., p. 32-33.
[11] JUNCOSA JOSÉ, “Supuestos antropológicos que dinamizarían una relación educativa en la
que el sujeto estudiante verdaderamente constituya el centro en la UPS”, Quito, 9 de marzo de 2011. Este
ensayo nació de la reflexión de la segunda edición de éste documento
–“Antropología y Universidad”– y, en mi pensar, se trata de un trabajo crítico
y propositivo de calidad, un aporte eminentemente universitario.
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